5 pasos para hacerlo.

1. Priorizar el bienestar colectivo sobre intereses individuales o tradicionales: Implementar políticas y decisiones que beneficien a todos los seres vivos, incluso si requieren abandonar prácticas arraigadas en el conservadurismo.
2. Derrumbar estructuras jerárquicas obsoletas: Eliminar sistemas sociales, económicos o políticos que perpetúan desigualdades, reemplazándolos por modelos inclusivos que garanticen equidad y sostenibilidad.
3. Reinventar la identidad humana como especie interdependiente: Aceptar que la supervivencia implica transformar nuestra relación con la naturaleza y otras especies, dejando atrás la mentalidad de dominio o superioridad.
4. Adoptar cambios radicales en lugar de ajustes parciales: Abrazar transformaciones profundas (económicas, tecnológicas, culturales) aunque impliquen perder privilegios o comodidades asociadas al pasado.
5. Educación y cultura basadas en la empatía global: Fomentar desde la infancia valores de solidaridad transnacional y respeto a la vida en todas sus formas, rompiendo con narrativas antropocéntricas y egoístas.

Reinventarnos como especie interdependiente, basando nuestra cultura en la empatía global y la responsabilidad hacia todos los seres, es el camino para trascender la crisis ecológica y social